PENSAMIENTO N°1


Desde niño, de la naturaleza siempre me sedujo lo virginal, su vitalidad y su belleza. Con el tiempo me doy cuenta que este sentimiento se ha convertido en una constante en mi ser y continuamente me siento seducido por su fisicidad, sus estructuras, tensiones y ritmos temporales. Como escultor o hacedor, me preocupa que aquello que creo, pueda llegar a insertarse armoniosamente en el continuum de lo natural. Creo que una de las cosas más maravillosas que pueden pasarte como ser humano es sentirse naturaleza, cuando sientes que acoplas en ese fluir es sinceramente mágico.

Los materiales que utilizo para la realización de mis obras son fibras naturales con las que he convivido desde que tuve posibilidad de recorrer el paisaje que me vió crecer. Materiales como el esparto, la pita, la caña y el cáñamo, la corteza de pino,


hojas, esqueletos vegetales y el yeso; de todos ellos me interesa su tactilidad, calidez y olores, me permiten viajar a los lugares y momentos almacenados en mi memoria y transitar por ellos de nuevo. Los procesos parten del conocimiento y experimentación con cada uno de estos materiales, y sobre todo de la aprehensión de sus tiempos, me doy cuenta y cada vez más de la importancia del paso del tiempo en la naturaleza, yo lo llamo reloj creador.

Me gusta la frase de Stéphane Mallarmé cuando se refiere al tiempo presente, de él dice que es “virgen, vivo y bello”. Tal vez el arte haya siempre perseguido esto mismo, ser presente.




Josep Albert

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